Partiendo de los resultados de nuestro estudio con más de 7600 teletrabajadores, esta guía muestra porqué es importante atender a las necesidades de tu equipo remoto o híbrido en términos de bienestar psicológico, los beneficios de tratarlo adecuadamente y algunos caminos posibles de solución que puedes implementar en tu empresa.
Las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de atender al bienestar psicológico de sus equipos de trabajo. Y a raíz de los efectos de la pandemia, ahora reconocen aún más el desafío que representa el cuidado del bienestar en el trabajo, al contar con equipos 100% remotos o híbridos.
Contar con información sobre las necesidades de los equipos para su bienestar psicológico es clave para poder construir y mantener unos niveles óptimos de bienestar en el trabajo, lo que se traduce en unos equipos sanos, motivados y altamente eficientes y productivos.
¿Por qué atender al bienestar mental y emocional de tus trabajadores?
Reconocer que las personas son el motor fundamental que mueve nuestras organizaciones, ha sido una de las premisas que ha impulsado el trabajo de los departamentos de Recursos Humanos y que líderes de proyectos, gerentes y CEOs tienen en mente para gestionar los procesos propios de sus respectivos campos de experticia y acción.
La pandemia del Covid-19 supuso un hito que nos ha llevado a interesarnos por el cuidado mental y emocional de nuestros equipos. Asimismo, hemos buscado comprensiones más holísticas e integradoras de lo que afecta la salud mental de nuestros empleados, en las cuales emergen dos aspectos esenciales:
- Relaciones y procesos propios del entorno laboral.
- Otras relaciones y contextos significativos en la vida de las personas.
Todo ello puede influir en la relación del empleado con su trabajo y tener un impacto directo o indirecto en la misma dinámica de las compañías y la productividad de los negocios.
El lado esperanzador frente a estos retos se encuentra en que, no solamente es posible abordar el malestar mental y emocional de nuestros equipos, sino que las empresas que lo hacen mejoran su rendimiento.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que los trastornos por depresión y ansiedad cuestan a la economía mundial US$ 1 billón anual en pérdida de productividad.
- Según la Oxford University’s Saïd Business School la productividad aumenta un 13% en los trabajadores felices.
- La OMS afirma que, por cada dólar que se invierte en la salud mental de los empleados, se obtiene un rendimiento de US$ 4 en mejora de la salud y la productividad.
Lo que deberías conocer sobre el bienestar psicológico de tu equipo
En nuestra experiencia trabajando con empresas en el ámbito del bienestar mental y emocional hemos identificado que:
- Las empresas suelen hacer grandes inversiones en programas de formación y bienestar prefabricados. Al término de estos, tanto directivos como empleados, se quedan con la sensación de que el impacto de dichas acciones ha sido bajo.
- No existen fórmulas comunes de solución. Las particularidades de cada entorno laboral, de los contextos culturales y la misma trayectoria vital de los empleados, configuran el entramado de las necesidades a atender en este campo.
- Los problemas en el campo del bienestar mental y emocional tienden a esconderse o mimetizarse en los entornos laborales. Esto ocurre porque suele predominar una alta deseabilidad social que favorece que los empleados asuman una actitud proclive a “mantener el tipo” y guardar las apariencias.
- La falta de motivación, la irritabilidad, el bajo desempeño, la falta de concentración y otros indicadores que parecen superficiales, pueden ser solamente la punta del iceberg. En otras palabras, estas emociones no son sino la cara visible, de problemas más profundos a nivel individual, pero también de las relaciones entre las personas del equipo.
Por lo tanto, emprender la tarea de identificar las necesidades de nuestros empleados en términos de bienestar mental y emocional, es un paso indispensable para:
- Implementar las soluciones más coherentes y pertinentes para abordar los problemas de nuestros equipos de trabajo.
- Gestionar el tipo de cambios que pueden llevarnos a recuperar y mejorar los niveles de productividad deseados.
Necesidades de los equipos remotos en bienestar mental y emocional ¹
En el mes de mayo de 2021 realizamos una encuesta para identificar algunas de las necesidades en bienestar mental y emocional de CEOs, Directivos y Empleados de empresas que trabajan de forma remota o combinada.
Uno de los primeros aspectos que llamó nuestra atención fue el grado de coordinación entre las percepciones de CEOs y Directores de RR.HH. con las respuestas de los empleados. Estos coinciden en señalar las mismas dimensiones como problemáticas, aunque varían relativamente en la frecuencia con la que las señalan.
A continuación presentamos los resultados y reflexiones que se desprenden del análisis de los ejes evaluados:
Gestión de emociones
Los CEOs y Directores de RR.HH., son más propensos a reconocer que han manifestado las emociones que se muestran en el gráfico 1. Excepto la tristeza, todas se ubican por encima de un 20% de frecuencia y destacan la desesperanza, la ansiedad, aislamiento e irritabilidad con niveles cercanos o superiores al 30%.
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¹ La encuesta fue diligenciada por un total de 7681 personas en los 10 días que estuvo disponible en línea. Para nuestro análisis, seleccionamos una muestra aleatoria de 200 respuestas de CEOs y Directivos y 600 empleados, para un total de 800 respuestas.
Gráfico 1: Necesidades en bienestar mental y emocional - Gestión de emociones.
Fuente: Elaboración propia.
Por su parte, los empleados destacan el estrés y la ansiedad como las emociones más prevalentes en el último año, situándose las demás por debajo del 20% en términos de frecuencia, si bien el aislamiento y la irritabilidad alcanzan niveles significativos.
Consideramos que la manera en que gestionamos nuestras emociones tiene efectos importantes en nuestras actividades y relaciones cotidianas. También que aquello que nos afecta en un contexto, puede tener repercusiones en otras esferas de nuestra vida.
Ninguna emoción es, en sí misma, positiva o negativa, pero culturalmente hemos aprendido a ignorar o luchar contra las emociones displacenteras o a explotar con ellas, careciendo de los recursos que nos ayuden a gestionarlas.
Por estos motivos, reconocer la prevalencia de estas emociones en nuestros equipos de trabajo debería constituir una alerta sobre la calidad de su bienestar mental y emocional. Este fue el único eje de la encuesta en el que no hubo un porcentaje significativo de personas que dejara de sentirse identificada con alguna de las emociones evaluadas.
Concretamente, la triada estrés, ansiedad e irritabilidad hace parte del conjunto de síntomas presentes en los cuadros de síndrome de Burnout. Esta condición se está convirtiendo en una de las características más significativas del impacto generado por la pandemia sobre la economía mundial, sobre todo entre CEOs y directivos, que se ven casi obligados a sobre funcionar para sacar adelante sus empresas.
Productividad y desempeño
Lo que veíamos en el anterior eje respecto al Burnout, parece correlacionar con la respuesta afirmativa que muchos CEOs y Directivos dan a la pregunta por la dimensión “estar quemado” de este eje de productividad y desempeño y que se sitúa por encima del 20%.
Gráfico 2: Necesidades en bienestar mental y emocional - Productividad y desempeño.
Fuente: Elaboración propia.
En este mismo eje, encontramos que la disposición/actitud para la atención al cliente y la conciliación entre el trabajo y la vida personal son igualmente señalados por CEOs, Directivos y Empleados como dificultades recurrentes de este último año.
Claramente, la conciliación laboral ha emergido como uno de los temas “de moda” dentro de la oferta de servicios en bienestar mental y emocional, particularmente la conciliación entre el trabajo y la crianza de los hijos. Era urgente resolver el hecho de que ambos estuvieran teniendo lugar dentro del mismo espacio físico del hogar para poder garantizar una crianza responsable, el cumplimiento de las metas laborales y el bienestar mental del empleado.
En contraste, resulta particularmente preocupante que el bajo rendimiento y la desmotivación tengan tan alta prevalencia entre los empleados, al ser dos aspectos que suelen estar estrechamente vinculados a la productividad en las empresas.
En nuestra experiencia, hemos reconocido que estas sensaciones y actitudes tienden a mantenerse de manera prolongada, incluso después de que ha pasado una crisis. En ese contexto diseñamos Reverdeciendo, que es una estrategia corta de trabajo con equipos remotos que busca reactivar el optimismo, incrementar la motivación y mejorar el rendimiento.
Pero no todo son malas noticias. En el eje de la productividad encontramos que, contrario a lo que parece ser tendencia en términos de las preocupaciones por la gestión de los procesos, las modalidades combinadas o la alternancia no parecen suponer un reto para el bienestar mental y emocional.
Por otro lado, al parecer ha quedado atrás la sensación de estar siempre conectado que tantos empleados manifestaban al inicio de la pandemia, en lo cual ha jugado un rol considerable la introducción de las modalidades combinadas o en alternancia para el trabajo remoto y la misma apertura gradual de los espacios de ocio y entretenimiento, que han reactivado la vida social.
Relaciones interpersonales
Las dimensiones que mejor fueron evaluadas por los encuestados fueron las correspondientes a este eje, donde tanto empleados (17%) como CEOs y Directivos (18,8%) coinciden en señalar que los problemas se encuentran especialmente en las relaciones entre pares, situándose las otras dimensiones en niveles inferiores al 1%.
Un poco de tensión y sana competencia entre pares no suele venir mal a las empresas, pero estos niveles podrían ser indicativos de la necesidad de proponer acciones en este aspecto. Por otro lado, valdría la pena echar mano de la buena evaluación que todos hacen sobre las relaciones entre directivos, y entre estos y sus subordinados, pues podrían ser un recurso dentro de las empresas.
Habilidades blandas
Algo similar a lo que ocurre en el anterior eje se podría decir de las habilidades blandas, donde el liderazgo, la adaptación a los cambios y el trabajo en equipo destacan como competencias en las cuales no hay problemas percibidos, pudiendo interpretarse como los recursos más fuertes de las organizaciones para los encuestados.
Sin embargo, la gestión del tiempo es vista como problemática por al menos el 25% de los actores de la organización y, entre los empleados, la comunicación ocupa una frecuencia similar.
Comprendemos las habilidades blandas como el ABC de los entornos laborales. Son ese tipo de competencias que se constituyen en pilares del modo en que abarcamos las tareas y procesos propios del trabajo. Si estas no van bien, los procesos más complejos y dependientes del saber profesional pueden verse también afectados y por ello conviene atenderlas.
Gráfico 3: Necesidades en bienestar mental y emocional - Habilidades blandas.
Fuente: Elaboración propia.
Identidad corporativa
En este último eje encontramos que una de las dimensiones que más ha puesto en riesgo este aspecto central para las empresas durante el último año ha sido la incertidumbre laboral. Esto no es una sorpresa dado el contexto que tenemos por la situación actual.
El estancamiento laboral no fue una preocupación especial para los encuestados en el último año y nos arriesgamos a aventurar una posible explicación: en medio de un contexto de alta incertidumbre laboral, suele importar más la estabilidad en el trabajo que las mismas posibilidades de crecimiento y ascenso.
Está claro que el sentimiento de compromiso, pertenencia, el espíritu de equipo y la misma productividad de los empleados baja en medio de contextos cargados de este tipo de incertidumbre, lo cual no es una muy buena combinación en términos de identidad corporativa.
Gráfico 4: Necesidades en bienestar mental y emocional - Identidad corporativa.
Fuente: Elaboración propia.
¿Qué puedo hacer para cuidar del bienestar psicológico de mi equipo?
- Siguiendo al terapeuta Gianfranco Cecchin, reconocer la parte de responsabilidad que a cada uno nos corresponde sobre aquello que queremos cambiar es un primer paso. En ese sentido, conviene que las empresas se hagan cargo del bienestar mental y emocional del teletrabajador como parte de su responsabilidad y compromiso adquirido con sus equipos.
- Interésate por el estado de ánimo de tus empleados, especialmente en conversaciones 1 a 1 y, sobre todo... procura mantenerlo casual, aunque serio. La idea es transmitir seguridad y confianza, en un ambiente libre de represalias.
- Aprovecha estas conversaciones para preguntar por las soluciones intentadas por los miembros de tu equipo. Además, no hace daño si intercambias comentarios y experiencias, propias o ajenas, que pueden ser útiles para abordar la situación.
- Favorece espacios de encuentro grupal, tanto para trabajar en equipo como para tener un momento distendido de intercambio. Los teletrabajadores suelen echar de menos la potencia sanadora del contacto informal con sus compañeros de trabajo.
- Este tipo de acciones cotidianas pueden darte pistas sobre la necesidad de emprender acciones más globales. Quizá haga falta buscar acompañamiento profesional para intervenir sobre el bienestar mental y emocional de tu equipo.
- Es indispensable que, con cierta frecuencia, las empresas emprendan la tarea de hacer ejercicios rigurosos de evaluación de las necesidades asociadas al bienestar psicológico de sus equipos.
- Las alternativas de intervención deberían tener sentido para los miembros del equipo. Procura involucrarlos en las decisiones sobre qué hacer, cómo y cuándo hacerlo, quiénes van a participar, entre otras que sean susceptibles de ser consensuadas.
- Ten presente que el compromiso de las personas del equipo con su propio bienestar mental y emocional aumenta cuando le ven sentido a trabajar sobre este aspecto. Puedes probar con mensajes breves, un par de veces al mes, para ganar conciencia sobre el tema.
- Hay procesos rigurosos, eficientes y abarcadores, como los que realizamos desde MVT con Ante el espejo, que contemplan el reconocimiento de necesidades, el compromiso y empoderamiento del equipo, el diseño conjunto de soluciones y la implementación de las mismas.
- No subestimar la importancia que tienen los problemas en otros contextos o esferas vitales para la vida del teletrabajador y el impacto que pueden generar en los mismos procesos de la empresa. En ese sentido, apuntar a soluciones tanto individuales como grupales puede ser la mejor vía de acción.
- Recomendamos mirar este conjunto de pautas o consejos como algo cotidiano, más que puntual. La idea es pensar que siempre nos encontramos haciendo seguimiento, pues el bienestar psicológico de las personas es cambiante.
Es claro para nosotros que hay muchos caminos por explorar juntos y que la creatividad para cuidar del bienestar psicológico de nuestros equipos es un recurso inagotable.
Desde Managing Virtual Teams seguiremos generando conocimiento y propuestas que aporten valor a los procesos de tu empresa. Nuestra red de psicólogos expertos continúa comprometida con el Bienestar mental y emocional de tu equipo.
Mantener la motivación y el optimismo en los equipos de trabajo no es algo que se da por arte de magia. Por el contrario, es un elemento vital que se construye día a día desde la base de las organizaciones y que se refleja en el éxito de los objetivos que se quieren conseguir. Siendo un elemento fundamental, no todas las empresas le dan la importancia que en realidad tiene en sus equipos presenciales, remotos o híbridos. Aquí te mostramos por qué es importante el optimismo en las empresas, las ventajas de contar con personas optimistas en tu equipo de trabajo y algunas recomendaciones que te permitirán mejorar este importante aspecto que cada día se presenta con nuevos retos. ¡Empecemos este camino!
¿Sabías que existe el coeficiente de optimismo?
El coeficiente de optimismo se refiere a la proporción de optimismo y pesimismo que existe en un grupo de personas. Tanto el uno como el otro son igual de contagiosos, pero los resultados son muy diferentes, pues mientras el primero genera un impacto resonante en el clima emocional del grupo, el segundo deja un efecto disonante y negativo.
Mientras el pesimismo perjudica el desarrollo del trabajo y bloquea la continuidad del mismo en tiempos de dificultad, el optimismo es un ingrediente constructivo que ayuda a conseguir los objetivos propuestos y activa la motivación y el trabajo en equipo.
Sin duda los equipos de alto rendimiento se caracterizan por ser optimistas, pero no se trata de un optimismo cualquiera, ni mucho menos de verlo todo de color rosa o como en un cuento de hadas, sino por el contrario, se trata de un optimismo capacitante, es decir, sin perder la conexión con la realidad. Estamos hablando del tipo de personas optimistas que ante cualquier situación de adversidad tienen o desarrollan la capacidad de encontrar oportunidades y soluciones realistas.
Ventajas de contar con personas optimistas en el equipo
El optimismo es una llave fundamental no solamente para sobreponerse a la adversidad sino también para alcanzar las metas trazadas como empresa y como equipo. No se trata de una fórmula mágica ni de una ley lógica que garantiza que por tener optimismo obtendremos más éxito. Es inevitable que en la vida aparezcan situaciones de conflicto que no podemos controlar por optimistas que seamos. Lo que sí es cierto es que frente a imprevistos o inclusive en situaciones de fracaso, el optimismo permitirá tener una mirada constructiva y de aprendizaje y responder con actitud positiva a los diferentes desafíos que se presentan en el trabajo y en la vida.
Aquí te compartimos algunas de las ventajas de contar con personas positivas y optimistas en las empresas:
- Mejora el clima organizacional y el bienestar físico, mental y emocional de las personas facilitando los procesos organizacionales de las empresas.
- Disminuye el estrés y la ansiedad aumentando la expectativa de vida y permitiendo una mejor gestión de las emociones.
- Ayuda a alcanzar los objetivos comunes elevando la autoestima e incrementando la motivación.
- Aumenta la flexibilidad y la perseverancia frente a los retos y desafíos.
- Permite afrontar las situaciones de conflicto como una oportunidad de crecimiento y de aprendizaje.
- Mejora la comunicación por medio del sentido del humor y al conectar desde las emociones.
- Mejora la cohesión en el equipo de trabajo creando confianza y sentido de pertenencia.
Recomendaciones para reactivar el optimismo en el equipo de trabajo
El optimismo no nace, se hace. No se trata de un don o una aptitud con la que las personas nacen, por el contrario, se trata de una actitud aprendida que adquirimos, que se cultiva a lo largo de la vida y que se debe alimentar y restaurar constantemente. Por este motivo es importante incluir dentro del programa de Bienestar de las empresas algunas acciones que permitan cultivar constantemente este importante elemento.
Algunas recomendaciones y buenas prácticas que te servirán para tener activo el optimismo en tu equipo son:
- Empieza por ti mismo:
El más alto grado de madurez del coeficiente de optimismo es llegar a transmitirlo. Sin duda, tú eres el primero que debe empezar dando el ejemplo y abriendo esta puerta para sembrar y transmitir esta dosis de positivismo a las personas que te rodean. Para ello empieza por ti mismo a conectar con pensamientos positivos que estimulen la cultura optimista promoviendo un feedback positivo y siendo portador de buenas noticias y de palabras de ánimo.
Puedes también apoyarte en personas dentro de tu equipo que tengan un buen nivel de inteligencia emocional, no solamente conectarán con el optimismo sino que también se volverán promotores de este gran movimiento.
- Calibrar al equipo:
Evalúa y mide el nivel de coeficiente de optimismo de tu empresa con cierta periodicidad, es posible que detrás de una sonrisa se oculten momentos vitales importantes que podrían estar poniendo en riesgo el bienestar de tu equipo y que generan interferencia. Puedes hacerlo por medio de un diagnóstico que te permita conocer el estado actual y las necesidades de tu equipo en su bienestar mental y emocional. Te puedes apoyar en expertos que además te facilitarán una ruta de acción para reactivar el optimismo y mantener el bienestar mental y emocional en tu equipo.
- Propicia espacios grupales de reactivación de optimismo:
El mejor incentivo que puedes darle a tu equipo como reconocimiento a su gran esfuerzo, es un espacio grupal en el que puedan desarrollar y reactivar su espíritu optimista. No solamente ayudará a recuperar la motivación, sino que también permitirá reconectar con el espíritu de equipo por medio de relaciones de confianza que les ayudará a afrontar los retos que tienen como empresa.
- Maneja un plan de bienestar mental y emocional:
Nadie está exento de experimentar alguna experiencia difícil en su vida personal o laboral, esto es lo que precisamente nos hace humanos. Todas estas situaciones, al no ser orientadas de una forma saludable, pueden afectar la salud mental y emocional influyendo directamente en el rendimiento laboral. Por este motivo, te recomendamos apoyarte en manos de expertos para diseñar un programa de prevención, promoción e intervención hecho a la medida de tu empresa para acompañar y orientar este tipo de procesos desde un enfoque apreciativo y constructivo.
En Managing Virtual Teams contamos con una Red de Psicólogos expertos que te apoyará en esta gran aventura de reactivar el optimismo y cuidar el bienestar mental y emocional de tu equipo por medio de estrategias y espacios que te permitirán tener el optimismo como eje de la inteligencia emocional de tu equipo y de tu empresa.
Escrito por Claudia Buitrago - Psicóloga experta en gestión emocional
El trabajo es parte fundamental de nuestra vida, y la gran mayoría de nosotros queremos disfrutarlo, entregarnos con pasión y optimismo a él, sin embargo, como seres humanos que somos, tenemos temporadas en las cuales se nos facilita conectarnos con alegría y entusiasmo a nuestro trabajo, y otras en las que trabajar implica otros estados emocionales como estrés, angustia y ansiedad, entre otros.
La situación de la pandemia y el hecho de asumir nuestros trabajos desde casa, en la modalidad virtual, nos ha desafiado desde un sinnúmero de lugares, uno de ellos, nuestro mundo emocional. Así que nos hemos hallado a nosotros mismos danzando por ejemplo entre la dicha y el agradecimiento por contar con un trabajo valioso, y la sensación de sobrecarga y agotamiento desprendida en parte del hecho de tener que lidiar con roles diferentes (ser psicóloga, ser madre, ser ama de casa…), entre múltiples influencias, en un solo lugar.
Bajo estas circunstancias, nuestras emociones pueden ser una fuente invaluable de salud y energía, de aquí la importancia de contactarnos con ellas, vivenciarlas, y orientarnos a nosotros mismos teniendo presentes nuestras necesidades emocionales. En otras palabras, aprender a gestionar sanamente nuestras emociones, abre caminos, posibilidades al encuentro de recursos y habilidades que nos pueden apoyar para continuar enriqueciéndonos de nuestros contextos laborales.
Explorando la Gestión Emocional y su importancia dentro de los contextos laborales y los equipos virtuales
Podemos pensar la Gestión Emocional como un conjunto de habilidades que nos apoyan en la contención o expresión de nuestras emociones, según un contexto dado, al servicio del cumplimiento de un objetivo determinado. Las principales habilidades que integran un proceso saludable de Gestión Emocional son:
- PARAR: la capacidad de parar es esencial para generar respuestas mediadas por la atención y el razonamiento. Dentro de un proceso de gestión emocional sano esta habilidad nos apoya para notar las manifestaciones emocionales que están emergiendo en nuestro interior, en otras palabras, para identificar el estado emocional que se está presentando.
- NOMBRAR: al nombrar la emoción que se está presentando, por ejemplo TRISTEZA, la reconocemos, comenzamos a darle un lugar. La habilidad de reconocer la emoción es esencial en el proceso de regulación emocional, implica “abrir las puertas al mundo de las emociones”, así como un buen encuentro inicial con uno de nuestros clientes, puede abrir el camino de una relación laboral valiosa y fructífera.
- ACEPTAR: la habilidad de aceptar la emoción consiste en “darle la bienvenida” a aquello que está presente. En nuestro día a día tenemos que vivenciar estados climáticos diferentes, días lluviosos y fríos, días cálidos y brisados, días húmedos y calurosos; así mismo, interiormente vivenciamos estados emocionales muy diversos, su aceptación, siguiendo esta analogía, el uso de sombrilla y abrigo en los días lluviosos y fríos, nos facilita movernos dentro de este estado climático, así mismo, para algunas personas, por ejemplo escuchar música relajante, puede apoyarlas en el aceptar la presencia del estrés y/o la ansiedad.
- APROPIAR: apropiarnos de nuestras emociones significa hacernos responsables de ellas. Es cierto que una variable externa, como la pandemia, impacta nuestro mundo emocional, de tal manera que pueden emerger emociones como el miedo y/o la rabia, sin embargo, la pandemia NO es responsable de estas emociones, nosotros somos responsables de ellas, lo que implica que esta en nuestras manos responder a ellas, nuestra respuesta puede ser buscar ayuda precisamente porque identificamos que nos sentimos abrumados, sobrecargados, fuera de control. Sin embargo, la habilidad de responder de este modo nos pertenece, así como hacer uso de la misma. En el momento en que nos hacemos responsables de nuestras emociones, se amplía la posibilidad de aprender de ellas y transformarlas.
Estas son algunas de las habilidades que usamos en un proceso sano de gestión emocional. Cuando fortalecemos y desarrollamos habilidades como estas, tenemos la grata sensación de “estar en sintonía con nosotros mismos”, y en muchas oportunidades esta sensación se expande a las relaciones con nuestro equipo de trabajo virtual, de tal manera que experimentamos con éste una mayor fluidez, coordinación, sincronicidad y, aún más, vivenciamos un clima laboral “nutritivo”, un clima que nos alimenta, que nos facilita aprender y desarrollarnos como seres humanos y como profesionales.
Más allá de la Gestión Emocional
Cuando nos detenemos a explorar e investigar en detalle el proceso de gestión de nuestras emociones, descubrimos las habilidades que involucra, y nos damos la oportunidad de afinarlas, nos damos cuenta que estas capacidades no sólo son esenciales para contactarnos con nuestro mundo emocional, sino para relacionarnos satisfactoriamente con los otros y nuestro mundo externo. Y, si nos focalizamos en nuestro contexto laboral, descubrimos que son centrales para la consecución de nuestras metas, para aquello que nombramos como productividad.
Así, por ejemplo, parar y atender, puede resultar en la localización de una nueva oportunidad de negocio; nombrar asertivamente el “estado de las cosas” que nos está relatando uno de nuestros clientes, puede traducirse en una sensación de entendimiento y empatía en este cliente; aceptar y asumir responsabilidad frente a una situación laboral compleja y/o difícil, puede resultar en el despliegue de recursos profesionales y personales que catalice el crecimiento y transformación de nuestro negocio. Bajo este orden de ideas, invertir en la salud emocional de sus equipos de trabajo, apoyarse en una red de psicólogos expertos en Gestión Emocional, profesionales en abrir y sostener espacios para el cuidado mental y emocional de sus trabajadores, sin duda, es un gran acierto.
Escrito por Angélica Gómez - Psicóloga experta en familia, crianza y primera infancia
Mucho se ha escrito, desde la economía del cuidado, sobre la dificultad de conciliar el trabajo productivo con el trabajo de cuidado que supone atender la vida en sus estados más vulnerables. Criar, asistir a la infancia, asear y garantizar el bienestar de los niños son trabajos de cuidado que suceden en el espacio doméstico e irrumpen, con más fuerza en este tiempo, el ejercicio profesional.
Durante la crisis ocasionada por el covid19, se hicieron visibles las recargas extra laborales, principalmente sobre la vida de las mujeres, históricamente relegadas a los trabajos de cuidado. Las fronteras entre lo profesional y lo personal resultaron más difusas y uno de los desafìos fundamentales para las empresas ha sido la fatiga extrema de los trabajadores, principalmente de aquellos que trabajan en casa con niños, con efectos negativos visibles sobre el desempeño laboral y el bienestar del equipo en general.
El impacto de la llegada de un hijo en la vida profesional no es exclusivo de estos tiempos. No obstante, la creciente tendencia al teletrabajo y las recientes dificultades para escolarizar a la infancia de manera presencial, nos sitúa frente a un reto mayor.
¿Cómo afrontar ese reto?
Acompañar a los teletrabajadores a conciliar la crianza con su ejercicio profesional nos traza un camino certero en la construcción de un bienestar individual pero también colectivo en nuestros equipos.
¿Qué debemos entender?
Desde la llegada de un bebé, la madre y el padre atraviesan una crisis de identidad y los intereses centrados en el reconocimiento, los logros profesionales o el estatus laboral pueden desmoronarse rápidamente para ocuparse de las demandas de cuidar. Esta crisis puede parecer resuelta al reincorporarnos en los espacios laborales, pero a veces se trata de un espejismo que nos impide volver a ocupar nuestras antiguas posiciones y desempeñarnos laboralmente sin dificultad. Durante el tiempo de pandemia y con la infancia confinada, ese frecuente malestar aparece con más fuerza e intensidad.
¿Cómo conciliar la crianza y el teletrabajo?
Dado que hacerle frente a este malestar puede resultar abrumador, muchas veces dejamos pasar la maravillosa oportunidad que implica la crianza para potenciar nuestro ejercicio profesional y nos acomodamos al cansancio para intentar rendir.
Sin embargo, con un adecuado acompañamiento y una vez aceptamos nuestro profundo proceso de transformación, hacemos el duelo a nuestra identidad anterior y nos disponemos a abrir un espacio a nuestra capacidad de cuidar, comprendemos que criar es también crear y por lo tanto una maternidad y paternidad plenas son oportunidades preciosas para conectar con nuestra creatividad.
Es necesaria una revisión de las expectativas sociales que hemos incorporado, descubrir los mandatos y las normas que nos impiden una crianza auténtica, escuchar y conocer la singularidad de la infancia con la que habitamos y atender a sus necesidades puntuales de manera asertiva y empática. De este modo, las relaciones potentes, fluidas y con criterio con nuestros hijos e hijas, se convertirán en una fuente de inspiración y confianza para nuestro ejercicio profesional.
En MVT contamos con psicólogos expertos que podrán acompañar a tu equipo a descubrir esos recursos con efectos evidentes en su bienestar y desempeño laboral.
Escrito por Luis González - Psicólogo experto en consultoría organizacional sistémica
Hablar de salud mental en el teletrabajo no es sinónimo de enfermedad mental. Aunque está claro que una parte considerable de la fuerza de trabajo tiene algún diagnóstico de salud mental -siendo la depresión y la ansiedad algunos de los trastornos más comunes- las empresas tratan cotidianamente con dinámicas que favorecen o ponen en riesgo el bienestar mental y emocional de sus empleados.
En la siguiente guía encuentras aproximaciones que te permitirán comprender mejor a qué se refiere el bienestar mental y emocional en el teletrabajo, los efectos que genera en las empresas desatender este aspecto, tips para identificar si tu equipo atraviesa por un bache en su bienestar mental y emocional y algunas recomendaciones y soluciones que ponemos a tu alcance para empezar a hacerte cargo de estos asuntos en tu empresa.
Apuntes sobre el mundo mental y emocional
Como punto de partida, conviene abandonar la idea de lo mental y emocional como atributos enteramente individuales. Esta es una invitación transgresora, que rompe una tradición de comprensión que viene desde el mismo Descartes y lleva siglos asentada en nuestro sentido común.
Tomemos el caso de una empresa en la que, ante la emergencia de un conflicto, el equipo experimenta un profundo temor y ansiedad, pues en su experiencia hablar sobre los problemas tiene consecuencias negativas.
Nos encontramos entonces con un equipo que prefiere no hablar directamente del conflicto, bajo la idea que así cuidan las relaciones interpersonales, la estabilidad laboral y el mismo equilibrio organizacional, obteniendo al mismo tiempo una sensación pasajera de tranquilidad.
Sin embargo, los motivos profundos del conflicto siguen vivos y presentes, preparados para volver a emerger en un círculo vicioso, bajo el riesgo de seguir profundizando el malestar del equipo y explotar para la empresa en cualquier momento.
De acuerdo a este ejemplo, atender al bienestar mental y emocional en el teletrabajo, no solamente pasa por reconocer el mundo interno propio y de nuestros colaboradores, sino también por un especial cuidado al tipo de relaciones y contextos que estamos construyendo juntos en nuestras interacciones con los otros.
¿Cuáles son los efectos en el teletrabajo de no atender al bienestar mental y emocional de nuestros equipos?
La pandemia generada por el Covid-19 ha sido un punto de inflexión respecto a la conciencia que tenemos sobre la importancia del bienestar mental y emocional en el mundo del trabajo. No atender estos aspectos puede tener consecuencias altamente problemáticas para las empresas.
Cuando no le prestamos atención, los efectos son evidentes: empezamos a reconocer signos de desmotivación y agotamiento, el rendimiento baja, el contacto con los clientes pierde calidad, la irritabilidad aumenta y las relaciones en el equipo se deterioran, lo cual tiene consecuencias importantes en la productividad de nuestros negocios.
Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos por depresión y ansiedad cuestan a la economía mundial US$ 1 billón anual en pérdida de productividad.
Teniendo esto en cuenta, hacernos cargo del malestar mental y emocional de nuestros equipos resulta importante. De acuerdo a la OMS, por cada dólar que se invierte en la salud mental de los empleados, se obtiene un rendimiento de US$ 4 en mejora de la salud y la productividad.
Indicaciones útiles para saber si tu equipo está experimentando malestar mental y emocional
Cuando trabajamos de forma remota nuestros colaboradores desarrollan su trabajo muchas veces por su cuenta, en sus tiempos y las posibilidades de intercambio suelen ser pocas, lo que dificulta reconocer si están pasando por un mal momento.
Además, el malestar mental y emocional, así como la enfermedad mental, han estado largamente cargados de estigma, y por este motivo muchos prefieren ocultar los signos. Sin embargo, hay algunas recomendaciones que bien vale la pena observar:
- Lo primero, es tener siempre presente que no hay signos generales. Lo que en una persona puede parecer “normal”, en otra es un signo de malestar mental y emocional.
- Conviene atender a los cambios drásticos en el comportamiento de una persona, ese tipo de cosas que nos dejan la sensación que ahora parecen otros. No solo en sus relaciones interpersonales y sus costumbres o hábitos cotidianos, sino también en su mismo estilo y calidad de trabajo.
- Si bien no hay reglas generales, siempre piensa que el desánimo, bajo rendimiento, falta de motivación, irritabilidad, las quejas constantes y otros comportamientos y actitudes por el estilo pueden servir de alarma.
¿Qué postura asumir ante el malestar mental y emocional en mi equipo de trabajo?
- Asumir la idea de hacerse cargo, del terapeuta italiano Gianfranco Cecchin, como una invitación a superar el discurso de las culpas que tanto daño ha hecho y que, además, nos inmoviliza.
- En una comprensión relacional del bienestar mental y emocional, la responsabilidad sobre el cambio se encuentra repartida. Construir bienestar es, sobre todo, una tarea de equipo.
- Cuando estamos a cargo de equipos, nuestro grado de responsabilidad aumenta, recayendo sobre nosotros la necesidad de activar estrategias para construir formas de relación que permitan experimentar bienestar.
- Hay un principio sistémico básico, que indica que las acciones que movilicemos en un lugar de la empresa, pueden tener un efecto positivo potente para toda la organización.
- Reconocer que los recursos internos de la organización en ocasiones pueden quedarse cortos para hacer frente a los retos que enfrentamos, es un logro que abre nuevos caminos de solución.
¿Cómo podemos ayudarte desde MVT?
En MVT creemos que no existen las soluciones pre-fabricadas. En lugar de hacer encajar los problemas o retos de tu organización en cierto tipo de metodología, entendemos que nosotros y nuestras soluciones tenemos que adaptarnos al estilo y las necesidades de tu empresa.
Para ello, tenemos una red de psicólogos expertos en diferentes campos como consultoría sistémica, atención en crisis, gestión de emociones, psicología positiva y de la felicidad, diversidad e inclusión, resolución de conflictos, clima y cultura organizacional, crianza y mucho más.
En MVT partimos de una aproximación rigurosa, desde un enfoque multidisciplinar para comprender los retos de tu organización y acompañarte en el camino que mejor se ajuste a tus necesidades para el bienestar mental y emocional de tu equipo bajo nuestro modelo PPI (promoción, prevención intervención).
La muerte de un compañero de trabajo es un acontecimiento que nadie quisiera experimentar pero que sucede. Las personas con las que trabajamos son una parte fundamental, con ellas compartimos cotidianamente nuestra vida y construimos lazos importantes que muchas veces pasan a ser vínculos personales que perduran en el tiempo.
En la siguiente guía te compartimos el impacto que genera la pérdida de un ser querido en el equipo de trabajo, las fases en este proceso de duelo, algunas recomendaciones que te permitirán facilitar el desarrollo de la experiencia de duelo y una perspectiva esperanzadora frente a la muerte.
Secuelas de la pérdida de un ser querido en el trabajo y fases del duelo
Sin duda la muerte de un miembro del equipo de trabajo es difícil de aceptar. Incluso el impacto es tan fuerte que algunas veces afecta directamente la salud del equipo desencadenando una profunda tristeza, culpa, enfado, miedo, impotencia y bajo rendimiento; emociones que al prolongarse por un largo periodo se pueden desencadenar en depresión, fatiga crónica, ansiedad e inclusive crisis nerviosas, alteración en los hábitos alimenticios, afectación en el sueño y hasta suicidio.
Para que estas secuelas no se agudicen y detonen en consecuencias irreversibles, ten presente que tu equipo de trabajo empezará a transitar un camino importante en el que tendrá que atravesar las siguientes fases del duelo:
- Negación: mecanismo de defensa frente al dolor que genera la partida del ser querido.
- Confusión: las emociones negativas frente a lo que no se hizo, producen cuestionamiento constante y distorsión de lo que sucede.
- Ira y enojo: sentimientos de rabia por la partida y la pérdida del ser querido.
- Dolor y culpa: culpabilidad y sufrimiento por los pendientes que no se completaron con la persona mientras vivía.
- Tristeza: profunda tristeza por la pérdida sufrida. Si no se le presta atención, se puede convertir en depresión.
- Aceptación: se acepta que la persona se ha ido dejando un vacío.
- Restablecimiento: se toman acciones que permiten continuar con la vida.
Las fases del duelo por las que debe atravesar el equipo de trabajo de la persona fallecida son más exigentes cuando tienes que seguir cumpliendo con una serie de responsabilidades laborales. Pero no por ello, se deben descuidar o interrumpir. Es de vital importancia priorizar la atención en ofrecerle al equipo un ambiente laboral apropiado para que este proceso se pueda desarrollar de la forma más sana posible.
¿Cómo puedo ayudar a mi equipo de trabajo a asimilar la muerte de un compañero?
- Espacios de contención: es fundamental contener al equipo por medio de un acompañamiento grupal que promueva el desarrollo saludable de la experiencia de duelo. Idealmente este espacio debe ser facilitado por un profesional experto en duelo.
- Coaching grupal para procesos emocionales que involucran una pérdida significativa: la regulación emocional permite que el equipo tenga una relación sana con sus emociones y las de sus compañeros de trabajo frente a la experiencia de pérdida. Se puede hacer de forma individual o grupal y con la ayuda de un experto en gestión emocional.
- Actividades de regulación emocional por medio de las artes expresivas: a veces las palabras no son suficientes o no alcanzan para expresar el dolor que se produce a raíz de la partida de un ser querido. La arte-terapia es un mecanismo muy efectivo para regular las emociones y canalizar la experiencia de sufrimiento proporcionando bienestar.
- Espacios de consultoría individual o grupal: es muy común que las personas más cercanas al compañero de trabajo que ha fallecido sean las más afectadas. Es importante acompañar este proceso por medio de una asesoría psicológica individual o grupal que permita llevar de forma más personalizada esta importante experiencia.
Una mirada esperanzadora de la muerte
Sin duda, la experiencia de atravesar por la muerte de un compañero, es una nueva forma de conocer al equipo de trabajo, y si se vivencia por medio de procesos grupales, de forma responsable y comprometida, seguro será una oportunidad para crecer como personas, pero especialmente como equipo.
Desde el momento en el que cada miembro del equipo encuentra consuelo en los demás, hasta el momento en el que se acepta en conjunto la triste realidad y se continúa con la vida, crecerá la confianza, la sinergia, el sentido de unión y especialmente la fuerza del trabajo en equipo.
Atravesar por una experiencia de muerte es algo que inevitablemente nos confronta con nuestros miedos y temores. Pero a la vez se vuelve una oportunidad de conocer nuevas dimensiones que nos invitan a sobreponernos al “terror de la muerte” y a descubrir muchas maneras de volver a despertar a la vida.
¿Cómo MVT te puede ayudar?
En MVT contamos con una red de psicólogos expertos en procesos de duelo y otras situaciones que puedan estar afectando a tu equipo de trabajo. Lo hacemos con un enfoque multidisciplinar y por medio de técnicas de contención, regulación y gestión emocional que activarán el bienestar en tu equipo y le permitirán vivir un proceso saludable en la experiencia de duelo.
Si tu equipo está atravesando por una experiencia de muerte de un compañero de trabajo, nuestra red de psicólogos te ayudará en este camino.