A medida que los equipos de trabajo adquieren experiencia trabajando en conjunto van generando su propia homeostasis y adquieren sus propias dinámicas y pautas de trabajo que a su vez generan unos patrones específicos que tienen la tendencia a mantenerse. De todas maneras esta homeostasis puede llevar consigo dinámicas que no siempre son positivas en la dinámica de trabajo y que puede generar ciertas dificultades en el equipo y que se manifiestan en “ruidos”, que aunque se mantienen, no siempre son positivos para el trabajo. Estos ruidos pueden traer consigo algunos efectos tales como malos resultados, metas no alcanzadas, mala comunicación, falta de seguridad y confianza, dificultades en la motivación de las empresas, entre otros.

¿Qué hacer?

Para evitar este tipo de ruidos es necesario hacer conciencia de la dinámica actual del equipo y los patrones que se han establecido y posiblemente naturalizado, que por un lado tendrá elementos positivos que a lo mejor han resultado útiles para la dinámica del equipo pero que por otro lado podrían provocar ciertas dificultades que pueden afectar al equipo, su rendimiento y la motivación en las empresas.

Propuesta innovadora:

La propuesta de este curso invita a mantener y potenciar los puntos positivos de la dinámica de trabajo, pero a su vez incentiva a detectar los puntos neurálgicos que pueden estar perjudicando al equipo para afrontarlos y generar soluciones y alternativas que permitan transformarlos de ruidos en voces proactivas que mejoren la dinámica del equipo. Es importante considerar que al inicio, cuando se introduce un cambio en un equipo que ya tiene su propia homeostasis, es muy factible que haya resistencia al cambio por parte del mismo. Este curso te facilitará algunas herramientas para saber cómo manejar la resistencia al cambio y de esta manera hacer más efectiva la solución que se proponga garantizando que el cambio sea efectivo.

Plan de prevención:

Otro elemento importante de esta propuesta es el de generar un plan de prevención frente a los ruidos, pues de esta manera se evitará que vuelvan a aparecer en el futuro. No es suficiente con transformarlo una vez, es importante estar preparados para cualquier momento en que el equipo de trabajo intente volver a su homeostasis antigua. De esta manera se fortalecerán los cambios implementados sin correr el riesgo de que los ruidos aparezcan de nuevo.